FUNDAMENTOS DE FN-I:
1. El origen de nuestro movimiento
2. Explicando el concepto «Nacional-Identitario»
3. Realidad Étnica Criolla
4. Identidad étnica en la sociedad chilena
5. La Nacionalidad Chilena
6. Un Movimiento Criollo
Los criollos son la población continuadora de la herencia bio-psico-cultural europea en las Américas, y que en Chile es de origen mayoritariamente hispánico. A ello se sumaron flujos étnicos europeos provenientes de distintos países, en diversos momentos de nuestra Historia.
A partir de la Conquista se dio inicio a un sostenido proceso de mestizaje entre indígenas y europeos. De este modo, la población europea sufrió un importante daño en su dimensión racial, incrementando la cantidad de mestizos en desmedro de sus descendientes criollos.
Tras el proceso de Independencia, y siguiendo la estrategia jacobina de la Revolución Francesa, la República de Chile reconoció para todos la artificial nacionalidad cívica “chilena”, y con ello, impidió el desarrollo de autoconsciencia étnica en la población que hasta entonces habitaban el territorio. Con el olvido de su Identidad, los criollos se vieron impedidos de cumplir con el imperativo vital de luchar por su propia supervivencia étnica.
Al ser imposible luchar por una Identidad que se ignora, la población criolla experimentó ciertos fenómenos que dieron cuenta de esta desfavorable situación:
1. Ausencia de iniciativas de afirmación étnica criolla.
2. Dispersión de los criollos al interior del territorio.
3. Asimilación de los valores de la Ilustración, resultando especialmente en aburguesamiento.
Mientras los criollos carezcan de autoconsciencia, colaboración, y organización en torno a su propia Identidad, su existencia como entidad bio-psico-cultural continuará amenazada y al borde de la extinción.
La mayor parte de la población criolla se concentra en sectores socio-económicos acomodados, con importantes grados de influencia política, económica y social. Se trata de una población que históricamente ha sido depositaria del poder político en Chile, realidad que se proyecta incluso hasta nuestros días. En este sentido, en principio, la población comprendida en nuestro proyecto detentaría un considerable potencial, tremendamente útil para la generación de una Nación criolla. Sin embargo, junto con ser la población que más y mejores recursos detenta, se trata también de aquella que mayor identificación mantiene con los valores de la Ilustración. Muchos de estos criollos contemporáneos son dirigentes o activos adherentes en organizaciones comprometidas con causas ajenas a su propia Identidad étnica; otros, simplemente se encuentran aburguesados, y al ser esto así, todo su potencial para la causa criolla queda neutralizado, y desviado a favor del avance o mantenimiento de proyectos ajenos a su propia continuidad étnica.
Cuando para una persona lo más importante es la obtención de riquezas, su ética y proyección a futuro se configuran en función del incremento y máximo goce de sus bienes materiales. Al ser esto así, se termina por descartar toda iniciativa que no reporte beneficios económicos o que pueda poner en riesgo a la propia vida. Y es que cuando lo más importante en la vida es la obtención de riquezas, la muerte, que por definición pone fin a la existencia material, se evita a cualquier costo. De este modo, el materialismo burgués conduce directamente a la cobardía, y a descartar de antemano cualquier proyecto que pudiese poner en riesgo la propia la existencia individual; esto es lo que ocurre con muchos de los criollos contemporáneos. No ha sido el mestizaje sino el efecto de las ideas ilustradas, lo que más gravemente ha dañado a esta población criolla. Ha sido ésta la causa de que una población con poderosos recursos y continuadora de la dimensión objetiva de la Identidad, devenga en cobarde, hedonista, y egoísta, ignorando completamente sus necesidades como entidad colectiva, y conservando un orden de cosas que poco a poco la sustituye por otros grupos.
Pero existen otros criollos, no afectos a esta situación expuesta, y que han optado por organizarse en el movimiento Fuerza Nacional-Identitaria. Nuestro movimiento encuentra en la lucha cultural su estrategia para generar contradiscurso, resistiendo a estos valores ilustrados y sustituyéndolos por otros que aseguren la supervivencia étnica criolla.
La razón de que los criollos parezcan inconsciencia, dispersión, e Ilustración, es la inexistencia de una forma de asociación que emocional y generacionalmente se oriente, tanto al reconocimiento como a la continuidad, de su propia Identidad étnica. Para lograr esto, nuestro movimiento plantea como principal objetivo la generación de una Nación criolla.
Parte de la población criolla ha conservado sus componentes biológicos, psíquicos y culturales, y en ese sentido, el factor objetivo de la Etnia aún existiría. Sin embargo, la autoconsciencia colectiva, el factor subjetivo de toda Etnia, se encuentra completamente ausente. Esta autoconsciencia no es de naturaleza individual, sino que se genera en una relación de pares que, a partir de una dimensión objetiva, son mutuamente percibidos como integrantes de una Identidad común y trascendente.
Al carecer de este factor subjetivo, el proyecto de Etnogénesis vuelve indispensable revertir el proceso de olvido de la Identidad, buscando la más plena afirmación étnica de los propios criollos.