REFLEXIONES PANCRIOLLISTAS:
I. Territorios sin identidad
II. Países artificiales e inviables
III. Pensar lo criollo
IV. Unirnos para sobrevivir
V. Todo es igual a Nada
VI. Sobre Identitarismo y Nacionalismo
VII. Por la supervivencia de los blancos del Sur
VIII. Una Bandera Identitaria
IX. Arqueofuturismo etno-nacionalista
Desde el principio, las fronteras de muchos de nuestros países fueron establecidas para ser artificiales e inviables. No fueron siempre las mismas. Hubo gente que luchó por algo más natural, pero fracasó por varios motivos: en algunos casos se perdió la guerra, en otros por causas políticas.
Los países son «hologramas» por los cuales los «nacionalistas» dicen luchar. No tienen «masa crítica», ni población, ni cohesión, ni nada que no pueda ser reemplazado y vencido en una semana. Para eso fueron hechos: para no tener poder ni cohesión: para ser algo anti natural.
Los «países» son paradigmas del pasado inmediato. Ni Grecia ni Roma eran «países», tampoco los celtas ni los germanos. Es estúpido pensar en términos de estados hechos por los oligarcas globales en un territorio donde hay identidades que en el fondo se odian entre sí y no saben porqué están juntas. Banderas robadas de otra parte, como la de Chile que es igual a la de Texas, o con los mismos colores de las logias desde Centroamérica hasta Argentina.
Esos nacionalismos sólo fomentan odios internos raciales, sociales, regionales. El estado devora identidades y las mantiene dispersas desde adentro. El nacionalismo estatal de fronteras es anti natural, opresivo, forzado. Para un nacionalista reaccionario no existen las identidades naturales, sólo las que su estado establece en base a normas impuestas.
Los grandes centros de poder mantienen esos países para su propio beneficio. Sería más peligroso para ellos sin duda una confederación pan europea según la conformación étnico cultural europea, o una confederación pancriollista desde el Polo Norte al polo Sur, con la forma territorial adecuada, respetando a las demás identidades que habitan el continente.
Pero el pensamiento de vanguardia no es para mucha gente, al menos mientras es vanguardia. hay que pagar el costo de estar adelante. La gente atrasa al menos medio siglo, sino más. Sin embargo eso no invalida ni deroga la ley natural, que es la que los hombres han olvidado, en especial los blancos, que se extinguen aferrados a cosas que ya no existen, o acaso nunca existieron en realidad.
En todo caso: los que quieren vivir juntos según su identidad, tendrán que luchar por eso y no son menos viables, que unos países artificiales con un poder prestado por sus amos.