No confundan nuestros objetivos, no tergiversen nuestra palabras, y definitivamente no nos adscriban palabras que no hemos dicho ni causas que no hemos reivindicado. Hemos defendido por todos los medios posible la primacía de lo criollo por sobre lo chileno, por lo que es absurdo que se nos acuse de chauvinistas. Si alguien nos acusa de racistas no nos sentimos ofendidos, porque es justamente el diferencialismo racial y étnico nuestro leitmotiv, ¿pero meternos en el saco de los que se supone que culpan a los inmigrantes de algo? No somos tan histéricos ni ignorantes como para creer que el país solucionará sus problemas de fondo con tales medidas. Si bien eso no quita que todo país debería tener una política inmigratoria acorde a su realidad.
Como no queremos llegar al grueso de la población para realizar un vulgar despliegue de poder, no somos ni populistas ni demagogos. Arrastrar a las mayorías para tener sus votos o algo parecido no es algo que nos motive, porque nuestra lucha es de carácter metapolítico y cultural y, definitivamente, no está guiada a las mayorías sino a una minoría específica: la nuestra. Si quisiéramos llegar a las mayorías, habríamos fundado un partido y ofreceríamos soluciones amplias y populares, que es justamente lo que no estamos haciendo.
Como no somos populistas, no podemos acusar a la inmigración –como concepto– de ser la causante de todos los males que aquejan a la población del país, aunque, sinceramente, ninguna propuesta de ningún partido político lo está haciendo. Si alguien piensa lo contrario, es porque la Izquierda tiene un excelente mecanismo de desinformación y distorsión del discurso.
Por último, si la inmigración es legal o ilegal, delictiva o no, nos interesa bastante poco. Para nosotros se trata de un tema de preservación de las identidades presentes dentro del territorio (es decir, de la diversidad biológica humana), preservación que puede ponerse en peligro ante una “inocente” y coloreada inmigración legal y no delictiva. Para nosotros, el problema no es la inmigración en sí, sino el tipo de ésta. ¿Es tan difícil de entender?