En Europa se las cosas no son como en América. El territorio europeo está siendo invadido por extra europeos. En América había gente, en algunas partes más que en otras. Los europeos invadieron América estableciendo afinidades y rechazos con la gente de aquí, y ocupando en ocasiones territorios vacíos. Eso al principio: digamos hasta 1800, luego ya la inmigración europea fue distinta: trabajadores, pioneros, campesinos, constructores: otro tipo de gente: ya no conquistadores, sino otra cosa.
Los europeos establecieron alianzas con los nativos de inmediato, contra otros nativos: imperialistas, opresores, asesinos. Así es la vida, así es la historia. de esas alianzas nació gente. El mestizaje no es una sola cosa: no se puede ser tan bruto como para pensar eso: hay afinidades y rechazos. El mestizaje no es una ideología, o no debería serlo: es sólo una realidad que genera distintos resultados: mestizos lindos e inteligentes o mestizos feos y nada inteligentes. La naturaleza es el único milagro en el que puedo creer.
En el confuso libro: La raza del espíritu, Evola trata de explicar algo que no dice con claridad: Existe una herencia de sangre, pero existe también una consciencia relacionada con la voluntad, la visión del mundo, la cultura, que es determinante y genera fenómenos que exceden lo que se llama: la pureza de sangre. de lo contrario sería fácil: las cosas se acomodarían como se acomodan los tarros en una pinturería, pero sabemos que no es así.
La raza es una realidad dinámica, la identidad es algo que debe tener en cuenta la raza pero no en un sentido estático: sino dinámico, multifacético y complejo.
La trampa en Sudamérica es que los blancos defendamos la raza desde un punto de vista biológico-determinista, desde un punto de vista de: «Leyes raciales», cuando sabemos que ni Mussolini hacía eso, mucho menos nosotros en América. La excelencia no es la uniformidad de un color, sino una serie de factores conjugados y apuntando a un objetivo superior tanto en cultura, como en poder y en voluntad.
Por supuesto que el racismo anti blanco es hoy un ícono del progresismo mundialista disolvente, pero hay que encontrar el punto desde el cual defendamos nuestra ascendencia sin caer en la trampa del exclusivimo racial, en uun lugar donde las excepciones son siempre más que la regla.
Es evidente que el modo de defender la llamada raza blanca, ha sido más exitoso en Rusia o en Sudamérica que en la propia Europa: la razón es muy simple: no habrá más blancos en Europa dentro de no mucho tiempo, mientras que sí los habrá en Sudamérica o en Rusia, claro que no serán los blancos que el tío Adolf quisiera, pero nosotros sobrevivimos: los de él murieron matándose con otros más blancos que ellos.
Cuando todos los mestizos son afines, se auto perciben como una raza: Es el caso de los criollo guaraníes por ejemplo: glorioso pueblo al cual los blancos asesinaron vilmente, del mismo modo como habían asesinado a los disidentes caudillos gauchos, descendientes de los levantiscos conquistadores españoles.
Esto es América. Nunca lo olvidemos. esto es una visión del mundo propia y particular que avanza en busca de su propio destino.