Seamos reduccionistas: hablar de criollismo es hablar de Juan Pablo Vitali. Platense de nacimiento, columnista incansable sobre el ser y sentir criollo, narrador y poeta por una necesidad superior (el arte mismo) y declarado anti-moderno. Escritor obligatorio para todo aquél que se identifique con la herencia europea en América, sus escritos pueden hallarse en El Manifiesto, Tribuna de Europa, Ciudad de los Césares y, últimamente, en nuestra página web.
Sólo presentamos parte de la entrevista, la que se encuentra completa en la publicación «Identitas»,
A estas alturas, y después de tantas conversaciones e intercambios de ideas, sería algo absurdo un gran despliegue de formalismos al saludar, así que, para romper con lo típico, quisiera partir preguntando cuáles fueron tus últimas tres lecturas, y qué impresión te dejó cada uno de esos libros.
De por sí los del Río de La Plata no somos nada formales y menos con los amigos.
Últimamente he leído “Los místicos del sol” de Jean Michel Angerbert, “La Logia de Cádiz” de Jorge Fernández Díaz y estoy promediando “Dalla parte dei vinti”, de Piero Buscaroli, que me regaló un amigo.
“Los místicos del sol” me dejaron una impresión parecida a cuando leí a Evola por primera vez, redescubrir una línea solar que atraviesa la historia y para hacerlo no necesita aferrarse a dogmas religiosos sino a la identidad profunda del espíritu y de la acción de una elite y de un pueblo que la sigue.
“La logia de Cádiz” trata de San Martín, ese hombre bastante hermético que unos y otros quieren llevar para su lado. Una epopeya criolla que difícilmente se comprenda si no es criollo a su vez. Antes había leído del mismo autor: “Mamá”, uno de esas historias de inmigración europea tan comunes en la Argentina hasta no hace mucho y que me gustan mucho.
“Dalla parte dei vinti” es un libro que tuvo mucha difusión en Italia. Buscaroli es un personaje heterodoxo y de una prosa difícil en italiano, de modo que no es rápida su lectura. Ha vivido la historia desde dentro y es uno de los últimos hombres de la cultura occidental con mayúsculas. Sus libros sobre música han dejado huella y sus críticas al fascismo y al neofascismo exceden en mucho la creatividad y la imaginación de un ambiente que es siempre autorreferencial.
Como verás, mis lecturas son bastante variadas. Ahora mismo estoy por comenzar un par de libros sobre taoísmo y sobre budismo, sin dejar de nunca de leer lo que llaman “literatura latinoamericana”, que en rigor debería llamarse literatura criolla, ya que son todos criollos los que la escriben.
En relación a la obra de Jorge Luis Borges, hay un cuento que me llama la atención por sobre todas las cosas: “El Aleph”. En él, podemos presenciar una visión holográfica del mundo:
(…) vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra vez el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.
Sobre esto, hago la siguiente aseveración: si igualamos al Aleph con el Dasein y, luego, con la Identidad, tendremos que cada uno de nosotros concentra toda la historia de nuestro pueblo, es decir, nuestra raza: toda Europa está contenida en cada uno de nosotros, y estemos donde estemos, seguiremos siendo Europeos, entrando en franca contradicción con todos esos dogmas construccionistas y relativistas. ¿Qué opinas de esta idea? ¿Será el Cono Sur la última esperanza de la Europa tradicional?
La respuesta ya está perfilada en tu pregunta. Siempre hay un punto atemporal, un lugar que se convierte en omphalos. Para Borges, ese centro mítico estaba situado en Buenos Aires. Más exactamente en el Sur de la ciudad. Y es muy significativo que ese lugar exacto, esté hoy ocupado por lo peor de la inmigración ilegal. La casa donde se desarrolla el cuento, en la Avenida Garay, bien puede estar hoy demolida u ocupada por una banda de africanos o centroamericanos. Yo no diría, sin embargo, que somos europeos. Nosotros somos más que eso: somos pos-europeos, lo que está en nosotros es más que Europa. En cierto sentido somos parecidos a los rusos: somos los que estamos más allá en el espacio pero también en el tiempo. Debemos cultivar esas semejanzas que yo llamo identitarias. Lo identitario no es un pequeño pueblo de Europa donde ya hay sólo antiguas piedras sin un correlato humano. Los centros de poder son una voluntad y una percepción compleja del espíritu. Mutan, se trasladan. Los judíos cultivaron su voluntad durante milenios en la diáspora. Nosotros queremos todo para mañana a la mañana o nos entregamos resignados al Apocalipsis, con ese malsano sentido que tanto cultivan algunos cristianos. La acción es una obra de arte, no una pulsión de histéricos. El “Aleph” de Borges es la visión del mundo desde el punto de la propia identidad. Por eso es también una interpretación del mundo. Y es criolla, por supuesto.
Tu blog fue fundamental para los etno-nacionalistas e identitaristas ávidos de una lectura en su idioma y, más aún, para la gente de este lado del mundo: la resistencia del Cono Sur. Bueno, luego de años sembrando la discordia entre tanto modernismo, decides cerrar esta ventana. ¿Qué es lo que lleva a Juan Pablo Vitali a cortar este vínculo entre sus ideas y el mundo exterior? ¿Qué diferencias hay entre el Juan Pablo Vitali de los inicios del blog y el actual?
Decidí cerrar el blog porque finalmente la virtualidad impone sus formas, sus tiempos y sus modos. Quizá represente un exceso de rebeldía que puede resultar patético a mi edad. Sentí que necesitaba un tiempo de reflexión y replanteo. Pensar al respecto. Si realmente es tan útil a los luchadores identitarios como tú dices lo volvería a abrir, pero quizá sea mejor enfocarme a reunir en un libro aquello que pueda considerarse mejor dentro de lo que he escrito.
Sin duda, no soy el mismo que cuando abrí ese blog. Creo que hay que ver a la virtualidad de modo más instrumental y hacer un gran esfuerzo para mantener los lazos humanos directos y la impresión en papel como símbolo, como síntesis y como elemento de permanencia de las ideas escritas. Cuando pasamos de la palabra y la piedra al papel, algo de la esencia antigua de las cosas se mantuvo. No creo que suceda lo mismo cuando la virtualidad avance aniquilando las formas actuales del idioma y del espíritu, que aún decadentes continúan manteniendo algo de lo antiguo que no valoro sólo por antiguo sino por ser claramente superior.
Una comunidad orgánica aunque no sea la propia debe ser respetada y reconocida, aunque deba ser combatida si no hay más remedio porque nuestros intereses terminan por ser irreconciliables (extracto de “El criollismo”). ¿Con quiénes podríamos tener intereses irreconciliables en las próximas décadas? ¿Qué podría traernos como consecuencia en avance del BRICS?
Todo lugar o proyecto que albergue y permita el desarrollo del criollismo debe interesarnos. Todos los países que componen los BRICS son interesantes y nos son más cercanos que el capitalismo occidental a secas. Rusia y Brasil son fundamentales. Sin embargo poco sabemos nosotros de la realidad profunda de Rusia o Brasil. Nos urge profundizar la relación con ellos. Con ellos la tarea de limitar el avance chino a algo razonable sería posible. Sin embargo, no tiene mucho sentido preocuparse demasiado de todo esto, hasta tanto nosotros mismos no representemos algo real y con peso, con identidad política y con iniciativa propia. Nuestros enemigos inconciliables son los mismos desde hace mucho: la globalización liberal devenida hoy en poder global. Ellos son muy coherentes en eso, nosotros también debemos serlo.
Gracias por tus palabras. No podía despedirme sin hacer una última pregunta: Ucrania y la UE. La UE pudo haber sido un proyecto paneuropeísta, pero su enfoque globalizante y meramente económico arruinó la oportunidad de haber hecho surgir un Imperium en tiempos postmodernos. Ucrania se rebela contra esto y decide rechazar el unirse a la UE, llevando a bloques izquierdistas-neoliberales a manifestarse contra el rechazo (incluyendo a las mercenarias desnudistas FEMEN, que van donde les paguen). ¿Es inminente el fin de la utopía liberal-europeísta? ¿Cómo evitar que degenere en esto un futuro proyecto pan-europeo americano?
Hasta la próxima vez.
La UE es el proyecto de un continente vencido y ocupado. Ucrania es un gran pueblo, pero su pasado de dolor con el comunismo ruso debe ser superado hacia una unión con la Rusia actual. El gas de Europa pasa por Ucrania si no me equivoco y es ruso. Si la UE quiere a Ucrania que primero se consiga su propio gas. Por idioma, por cultura y por proyecto Ucrania está ligada a Rusia, debemos superar los problemas que nos dejó el comunismo. No podemos volver a ideas pasadas. En su conferencia en España Dugin lo dijo bien: aceptar la realidad y comprenderla para adelante. Y eso es duro. Algunos camaradas europeos creen que todavía existe el imperio español, los carolingios, etc. Me asombra que alguien de la talla intelectual de Faye haya dicho alguna vez que el bretón podría ser la lengua común de Europa unida. Si hoy tantos europeos aprenden inglés como lengua comercial ¿Por qué los disidentes no aprenden ruso como lengua política? Hay muchas cosas que cambiar. ¿Cuántas personas hablan castellano en España? Sacando a los vascos y a los catalanes que no lo hablan en sus regiones ¿Y cuántas personas hablan castellano en América? Entonces me pregunto: ¿Dónde está hoy lo que queda del imperio español? Queremos trasmutar todos los valores como Nietzsche, pero no somos a veces capaces de superar coyunturas históricas que no volverán. Ucrania debe evitar haber sido destruida una vez por el comunismo y serlo una segunda por el liberalismo.
Gracias por la entrevista, mis fraternales saludos y espero estar por Chile a la mayor brevedad posible.