A veces me preguntan qué debemos hacer. La respuesta es: «Todo».
En una situación crítica como la que vivimos: ¿Cuál sería el sentido de cerrarse caminos?
Creo que si un grupo quiere conformar una tribu, está bien.
Creo que si debemos elegir entre votar a un candidato que nos permita trabajar o uno que no nos favorezca en absoluto, hay que elegir entre ellos al primero.
Creo que tenemos que conformar clubes, asociaciones, grupos deportivos, culturales, turísticos.
Creo que podemos aprender supervivencia, defensa personal, manejo de armas, todo dentro de las leyes vigentes.
Creo que si podemos colocar un concejal en una pequeña ciudad o en un pueblo, debe hacerse aunque no sea nuestro camino prioritario lo electoral.
Creo que debemos estar en todos los espacios y considerar todos los medios legales posibles para sobrevivir.
Creo que se debe profundizar el pensamiento necesario para generar una unidad de concepción alrededor de nuestros objetivos.
Creo que es un gran mérito generar un grupo consolidado por más pequeño que sea, cuando es coherente y constructivo como comunidad identitaria.
Nuestra línea es clara y cada día nos manifestamos con la mayor precisión posible.
Sabemos que como toda vanguardia histórica, pagamos el precio de abrir una opción donde se tratan de imponer siempre los mismos caminos recurrentes, en rigor totalmente fracasados con respecto a nuestra supervivencia como nación blanca americana.
Nuestra comunidad no agrede a nadie, porque estamos centrados en construir, no en destruir. Ya hay demasiada gente que se ocupa de eso.