Se sabe que la propaganda va dirigida a preconceptos, a reflejos condicionados por la ignorancia y por el miedo.
Las palabras tienen una respuesta psicológica predispuesta. No importa pensar, no importa reflexionar.
No leo inglés, pero he visto varias entrevistas a Richard Spencer subtituladas. Me parece una tipo culto, racional, prudente, moderado. Sé que hay un tipo de defensor de la identidad blanca fanático e irracional, extremo, cerrado, ignorante. De esos los hay en todas partes. No me parece que él sea de ese tipo de gente.
Ha explicado una y otra vez porqué no es «supremacista», porqué defiende su identidad y otras cosas que deberían ser obvias, como que los EEUU son un país hecho por los blancos, como gran parte de nuestro Sur. Eso es algo irrefutable, pero ya eso tan obvio es considerado: «supremacismo». ¿Habría que decir que todo lo que está en pie fue hecho por extraterrestres, al modo del History Chanel? No sé qué habría que decir, pero sé decir la verdad es «un discurso del odio».
Ya no hay nada que no sea propaganda, presión, amenazas, violencia directa sobre los blancos. Es una guerra de aislamiento, de presiones, de violencia verbal y directa. Ninguna moderación es suficiente, ninguna prudencia, ningún intento de diálogo: hay que decir lo que la propaganda del racismo anti blanco dice que hay que decir, al pie de la letra. Hay que aprobar la agenda de quienes arrasan con todo lo bueno, lo honrado, lo constructivo, lo bello, que ha sido levantado con gran sacrificio durante siglos por nuestros antepasados.
Es una guerra, en la que casi todos se pasan rápidamente al bando enemigo para obtener su perdón, su buena voluntad. Pero no obtendrán nada con eso: sólo un mayor desprecio de propios y extraños.
Spencer es un gran tipo. Un día por este camino impuesto mediante la irracionalidad y la propaganda vendrán otros no tan amables, entonces los mismos que hoy lo tratan de extremista lo van a extrañar.
Es una paradoja que hablen del discurso del odio, mientras no no dejan resquicio para que hable una persona culta y racional.
El verdadero «discurso del odio» es el del genocidio blanco: esa es la verdad. Generan más y más odio pensando que va a ser fácil aplastar a la gente como Spencer, para que sean los que se van al extremo los representantes de la defensa de los blancos. Así lo manejan, pero puede fallar.