Pancriollismo o la nada

Pancriollismo o la nada

Años trabajando para difundir la idea del pancriollismo. Cuánto se ha logrado no lo sé. Nunca se sabe hasta dónde un pensamiento llega y hasta dónde puede generar acción. A veces las cosas se dan cuando uno menos lo espera, o a veces no se dan nunca.

Hemos tratado de alejarnos de tópicos repetidos, dogmáticos, de ideologías que nos perjudican mucho más de lo que nos benefician. Somos prácticos en eso creo. Sobrevivir tiene sus reglas. Sobrevivir en contra del sentido del mundo es un arte y un deber. Lo demás es capricho.

Renovamos el pensamiento del hombre blanco americano, buscamos otra actitud. Queremos salir de las estructuras rígidas que nos mantienen encerrados en lo artificial: fronteras artificiales, pensamiento artificial, ideologismos, hechos históricos puntuales y a menudo total o parcialmente ajenos. Buscamos un cambio radical de actitud, de criterios en el pensamiento y en la acción.

Las formas son lo de menos. Cómo cada grupo de criollos, de gente blanca americana se organice queda a su criterio. Lo importante es la base, lo esencial en la forma de ver las cosas, en la visión del mundo. Hay matices, según el contexto y el origen, pero tal contexto y origen deben ser siempre compatibles. El pancriollismo es amplio pero su base es fuerte, clara e inamovible. Nos hemos explayado mucho sobre ese punto: predominantemente euro descendientes, pero no eurocéntricos. Los procesos de decadencia y de renovación no deben quedar atados entre sí. Y el pancriollismo debe ser un proceso de renovación.

Volvemos sobre lo mismo porque es necesario. No me interesa mucho que haya gente que malinterprete el mensaje. Siempre va a existir esa gente que, por tener una mente estrecha, por egocentrismo, por soberbia o por ambición desvirtúe el mensaje. A veces los fundadores son purgados y traicionados, pero aún así son los fundadores.

Nada personal buscamos con nuestro trabajo, con nuestro empeño en defender la identidad desde un punto de vista amplio y justo. Está claro que a la mayoría no le interesa, pero la identidad es como los dioses, está aunque no la queramos ver. Es necesario verla, antes de entrar en la total oscuridad. Pero no a todos les es dado.

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