Nosotros alguna vez fuimos europeos, los europeos nunca fueron americanos.
Nuestros abuelos o bisabuelos, la historia, la escuela, nos remiten a Europa, no sólo la genética. Sin embargo no hay correspondencia a la inversa. Los europeos, poco saben de nosotros, aunque seamos igual de blancos.
Es muy difícil que un nacionalista blanco americano no sepa bastante de la IIGM, pero un europeo no sabrá nada de la guerra del Paraguay, en la que intervinieron muchos miles de hombres blancos. Simplemente no les interesa.
Es muy común que quienes defienden a la raza blanca, sólo admitan hacerlo desde el punto de vista del nacional socialismo. Es una visión absolutamente eurocentrista, además de caduca.
Los europeos difícilmente se esforzarán por aprender castellano para hablar con los blancos rioplatenses por ejemplo. Pero es muy común que los americanos hablen inglés, o llegado el caso italiano para comunicarse con Europa.
Dentro de poco no habrá más blancos en Europa que en América. Y de hecho Europa está dominada por Norteamérica. Sin embargo los europeos parecen no tener mucho interés en la historia americana protagonizada por euro descendientes, llámense criollos como en Sudamérica o como se los quiera llamar.
La mentalidad criolla es compleja y orgullosa, si bien es mucho menos rígida que la europea. Creo que sería hora para algunos, de dejar de dejar de tratar de ser europeos de segunda, para ser criollos de primera. Dejen de llorar por Hitler, cuando no saben quién fue Gaspar Rodríguez de Francia, sin ir más lejos. Sino vayan a Berlín a ver qué opinan de ustedes los alemanes, aunque sean blancos y tengan apellido europeo.