Hay gente que cree que una identidad es cerrarse sobre sí mismos, sin apreciar nada de lo que está fuera de los límites de esa identidad. Nada más alejado de la realidad. Una persona elevada también afirma su identidad, apreciando los logros de culturas que no son propias.
¿Cómo no enriquecerse conociendo la cultura japonesa? ¿Cómo no considerar positivos muchos de los elementos y la estética que la componen? Y lo mismo podríamos decir de otras culturas. Nosotros queremos un mundo pluricultural, que no es lo mismo que multiculturalismo ideológico. Cada cultura interactúa con otras, generando aprendizajes, afinidades y rechazos.
Lo genial es pasar el aprendizaje por el fino tamiz de lo propio para enriquecerlo. Lo estúpido es copiar y asumir otra identidad y otra cultura sin más. sólo porque nos parece elevada o porque nos da la gana.
Se discute si el cristianismo destruyó o contribuyó a destruir la raza blanca, por provenir de otro ámbito cultural, o si la raza blanca lo convirtió finalmente en algo a su medida. Mi opinión es que ya existía cierta decadencia cuando Europa asumió el cristianismo, y que Europa sobrevivió por la fuerza remanente de una gran raza. Pero es mi opinión personal. Trato de no fomentar enfrentamientos entre blancos, aunque toda ideología universalista, termina enfrentando tarde o temprano al que no lo es.
La dinámica de los intercambios entre culturas es apasionante, pero sólo cuando tenemos la capacidad de recrear lo recibido a la medida de nuestra propia identidad. Mishima por ejemplo, era un hombre de una extensa cultura occidental, está claro que esa cultura lo enriqueció para ser un mejor japonés. Creo que esa es la mejor idea posible y en casos como el de Mishima: una clara expresión de genialidad.