No tengo la menor idea cómo hacen los cristianos para unir la Biblia y la universalidad de un dios, con la idea de identidad. No soy blanco porque sea un «elegido» ni porque reconozca un dios que es para cualquiera. Soy blanco por una larga línea de sangre y espíritu, que ha determinado mi identidad.
Creo que el cristianismo es una peste. Sobre todo porque los cristianos, finalmente siempre quieren mandar e imponerse en todos los terrenos, tanto sea en lo espiritual como en lo material. Para un cristiano el peor insulto es: «pagano». Se me hace que la disensión con los judíos es más una interna tribal que otra cosa.
Yo creo que los negros, los judíos y cualquier otro pueblo, deben tener su espacio y su desarrollo, tanto en lo espiritual como en lo material. Pero sobre todo creo que si tomo sus dioses como propios, poco podré avanzar en temas de identidad. Tarde o temprano un cristiano es enemigo de un pagano, sin importarle que sea blanco, negro o amarillo.
Ellos defienden al hombre blanco no como fenómeno natural, como diversidad, sino como vehículo de un dios único que los ha elegido como pueblo esclarecido y dominante. No quiero ser un pueblo elegido, tampoco dominante. Sólo quiero ser un pueblo respetado. No quiero imponer mis creencias espirituales, sólo quiero que se respeten, así como yo respeto las de los demás.
He conocido cristianos muy buenas personas, pero tarde o temprano se ponen a predicar y a convertir. Lo universal es enemigo de lo particular. Si algunos somos blancos, no es porque un dios único nos utiliza para imponerse él mismo a nivel universal. Eso no es lo que yo considero una identidad.
No quiero ser «un elegido», sólo quiero ser, según nuestra más profunda, antigua y particular identidad.