La cola del cajero en un banco. Un pibe con cara de gringo. Una piba descendiente de portugueses.
Una boliviana con dos bolivianitos en la cola del cajero. Pone cara dar lástima. La hacen pasar primero.
Argumentaciones de solidaridad por parte de la piba. Le digo que en Bolivia ella y sus hijos no hubieran tenido tanta suerte.
El de la cara de gringo dice que en el norte argentino lo discriminaban. Le digo: porque tenés cara de gringo. Me dice: Bueno «ellos eran los dueños de la tierra» etcétera.
Le digo al gringuito: ¿Vos de dónde sos? De Navarro, provincia de Buenos Aires. ¿Tu abuelito era italiano no?, sí claro, me contesta. Entonces: ¿Por qué no le das la casa de tu abuelito en Navarro a los indios? Me mira sorprendido. Estás confundido pibe le digo. O empezás a odiar a tu abuelito y a tu papá, que eran laburantes no genocidas y le das tu casa a los indios igual (indios que ya no existen por cierto) O asumís lo que sos.
La piba portuguesa interviene: -Yo la verdad me volvería a Europa. Es tarde le digo, Europa está hecha mierda y ya no sos de allá. Los bisabuelos quemaron las naves.
En tanto, una señora rubia con su bebé hacen cola. Le pregunto a la chica solidaria: -¿Por qué no hacés pasar a la señora también? O los blancos no pasan por ser blancos y comportarse con dignidad. Tenés razón me dice: -Pase señora primero con su bebé.
Salgo del cajero, los saludo y les digo: -Creo que tenemos un problema sin resolver. Yo ya estoy amortizado, pero ustedes son jóvenes. Piénselo si quieren y si les interesa, sino igual fue un gusto conocerlos. Suerte. Cuídense mucho.