Las primeras huestes españolas de conquistadores que se adentraron en el sur de este territorio austral que después tomaría la designación administrativa de Chile no estaban compuestas por cientos o miles de soldados, sino de unas cuantas decenas, en el mejor de los casos. Pocos hombres son los que inician cambios a futuro y, en virtud de ese espíritu, un par de miembros de Fuerza Nacional-Identitaria salieron a la calle a expandir nuestro mensaje por las calles del centro de Concepción repartiendo volantes a los transeúntes y respondiendo sus dudas, en caso de que lo requirieran.
No importa la poca cantidad de personas ni los pocos recursos que tenemos a nuestra disposición, no tenemos vergüenza de nuestras ideas ni miedo a expresarlas. Desde cualquier rincón de Chile, únete a los identitarios criollos y expande la peste blanca.