Mi patria es la sangre y la amistad. Mis fronteras no son las que el mapa establece. Los intereses de tu patria no son más que la contabilidad de una empresa, cuyos empleados me son extraños y sus gerentes repugnantes.
Tu dios es un dios degenerado y enfermo: su único hijo un esquizofrénico que acaso jamás existió.
Cuando ustedes dicen dios, patria y familia, lo que están diciendo es dinero y mando para ustedes, control y represión.
Tu patria es un conjunto de banqueros que gobiernan por arriba y de resentidos inútiles manejables por abajo. En tu democracia votan sólo los mercados y en tus guerras mueren los que no tienen que morir.
Nada hay de natural en tu sistema, nada hay de cierto ni de libertad. Mi patria y mi dios es la sangre y la amistad, sus fronteras son la supervivencia del clan.