Las personas tenemos la tendencia a congregarnos en grupos o manadas. Es algo natural e inevitable. Nos congregamos de acuerdo a nuestra ideología, nuestros pasatiempos, nuestro trabajo. Creo que he expresado muy bien mi punto hasta aquí.
Cuando adquieres una conciencia o un pensamiento que no se ajuste a los paradigmas del actual Pensamiento Único del mundo globalizado, lógicamente buscarás a gente que piense como tú y que tenga tus mismas ideas. La actual tendencia global dictada por los medios, las escuelas, la corrección política, es de un mundo sin discriminación, sin fronteras, donde todos sean amigos en esta gran comuna hippie que te dibuja el mundo moderno.
No es posible ser amigo de todo el mundo, no es posible tener amigos de diferentes ideologías o diferentes formas de pensar. Olvídate de la idea de “religión de la amistad” de Miguel Serrano en la que postulaba que uno puede ser amigo de otro sin importar las formas de pensar. La realidad (y es algo que yo experimente personalmente) es que tarde o temprano la diferencia de ideas, de pensamientos, de ideologías terminan imponiéndose y destruyendo lo que al final fue una frágil amistad.
Lo pondré de una forma sencilla: si tú eres una persona consciente de su origen como criollo pero estás en un grupo de amigos que no tiene ninguna consciencia racial, tarde o temprano, sin importar que tan buenos amigos sean, o hace cuánto tiempo se conozcan, ellos te van a marginar o tu te vas a apartar, lo que pase primero. Porque para ellos tú vas a ser un neonazi, un supremacista blanco, una persona “llena de odio” o cualquier epíteto que salga de la corrección política. Sin importar si tienes una afiliación política o no, siempre vas a ser clasificado de neonazi.
Te lo contare desde mi experiencia. Pese a mi forma de pensar, tenía un grupo de amigos. No compartíamos la forma de pensar, ellos eran más liberales, yo era considerado alguien “conservador”. A pesar de eso teníamos aficiones comunes como la música, el cine (David Lynch era uno de nuestros referentes), el arte, los cómics, pero pasa que como mencioné arriba, al final las formas de pensar se imponen, quieras o no quieras. Mi grupo de amigos me fue dejando de lado. Nos fuimos distanciando hasta que terminó en una ruptura total, sobre todo en las elecciones del año pasado de mi país, cuando decidí no votar y ellos apoyaron al candidato de la izquierda. Fue un punto de no retorno y ¿Sabes qué? Se sintió muy bien.
Cuando estás en un grupo de gente degenerada (por usar un nombre) esta misma degeneración te va a influir. No importa que tan convencido o comprometido estés con tus Ideas. Va a pasar, es inevitable. Si te juntas con drogadictos tarde o temprano te vas a drogar; si te juntas con personas afines al feminismo o gayfriendly, tarde o temprano vas a participar con ellos en sus actividades, sea consciente o inconscientemente. Es parte de pertenecer a un grupo.
A mí me pasó hasta que las diferencias de pensamiento se impusieron.
No puedes ser identitario, no puedes ser alguien que busca algo trascendente, no puedes ser alguien orgulloso de tu raza o de ser hombre, en grupos de gente que no tienen interés ni consciencia de ello. Las diferencias de pensamiento se van a imponer, te guste o no te guste. Porque para ellos tú vas a ser un neonazi, un supremacista blanco, un reaccionario y sabes que ese grupo de amigos en el futuro se van a volver tus enemigos y persecutores. Lo mejor
es marcar la línea, la frontera invisible, quienes son los tuyos y quiénes no.
También puedes usar un camuflaje, una máscara, algo esencial para mezclarte en la sociedad pero solo es una herramienta (una fundamental). Tarde o temprano tienes que decidir si ser un lobo solitario o reunirte con los tuyos.
Lo hice, pero pasa que ser un lobo solitario tampoco es benéfico, es una idea muy romántica, pero lo mejor, lo más natural, es reunirte con los tuyos. El lobo solitario queda en la marginación. Con la pandilla puedes hacer algo más grande, por los tuyos y por ti mismo.
Forma una pandilla o busca una pandilla con tus mismas ideas. Únete a tu grupo identitario local, haz propaganda, participa con ellos. Reuniéndote con gente como tú, la influencia de la pandilla será positiva en ti, porque estarás con los tuyos, podrán compartir ideas y perspectivas de la misma escena, formarán lazos de hermandad. Ésa es la importancia de la pandilla.
Los otros grupos son manada, pero tú y los tuyos formarán algo más que eso, formarán una hermandad de hombres unidos por principios que van más allá de irse de fiesta los sábados por la noche. Una hermandad de hombres (Männerbund ) es un frente de lucha contra este Imperio de la Nada y su corrección política.
Reúnete con los tuyos, ya sea en espacios virtuales o en tu localidad. Haz lazos de hermandad, se un defensor de la identidad criolla, de tu masculinidad «toxica», de tus principios metapoliticos. Se parte del grupo y comienza a crear el camino para un nuevo mundo para tu Comunidad, para tus hermanos y para ti mismo.
«Mientras escribía este libro llegué a la conclusión de que la pandilla es el núcleo de la
identidad masculina«. – Jack Donovan