Unos y otros, reducen el mundo a Hitler y al nacional socialismo. Es agotador y delirante hacerlo. La suma maldad contra el dios incomprendido.
Cualquier punto de vista que no concuerde con esa mentalidad reducida, es tenido por nazi por unos y por sionista por otros. El pensamiento occidental está podrido por la mentalidad cristiana del bien y del mal, que se proyecta a la política como un dogma de adhesión, y no la considera como lo que es: un medio para lograr un objetivo.
Los que quieren detener el genocidio blanco, suelen hacer todo lo que el enemigo quiere y espera que hagan. La historia no vuelve atrás ni se repite del mismo modo, aunque existan ciertas líneas que se proyectan a través del tiempo.