No hay identidad sin cultura. Hay gente que se cree que repetir un par de ideas, aún acertadas, hace una cultura. No es así: una ideología: o sea la proyección de ciertas ideas no hacen una cultura. la cultura es más que eso.
Cultura es arte, actitud, sabiduría, estilo, buen gusto. Cultura es conocimiento, fuerza, espiritualidad. La ideología es un desprendimiento parcial de una cultura, pero no es esa cultura.
Podemos hablar de raza y disfrazarnos de algo que consideremos «racial», pero eso será siempre un disfraz. Las más altas expresiones de una raza ya no las comprendemos ni las vivimos como propias: hemos descendido como comunidad, porque no podemos producir nada que esté a la altura de nuestros mejores. Somos entonces parte de una decadencia, en primer lugar porque no tenemos la cultura suficiente como para admitirla en nosotros mismos: Nuestra vida es mediocre, burguesa, nuestros gustos son culturalmente intrascendentes.
Ni música, ni pintura, ni literatura, ni actitudes a la altura de lo que proponemos como objetivo: o sea los más altos niveles que nuestra gente ha logrado a lo largo de milenios de vida.
Abrazados a ídolos ajenos, a fronteras falsas, damos un espectáculo triste, que sin embargo no genera compasión en los demás. Acaso está demasiado atrás en el tiempo lo que deberíamos traer al presente, y preferimos flotar con el agua al cuello pero con banderas conocidas en el triste bote que nos lleva al naufragio final.