Una muy buena amiga mía decidió, según ella, adoptar –que es un eufemismo para recoger y hacerse cargo de– un erizo de tierra. Desgraciadamente para mí, el erizo no es Sonic, y desgraciadamente para ella, Gregorio, que es el nombre del animal, no ha respondido como ella pensó que lo haría. A su amor entregado, su dinero gastado en salvarlo en más de una oportunidad, y tiempo dedicado a él, el erizo le ha respondido con indiferencia y disgusto, mientras que ella pensaba –en su mente altruista y bienhechora– que el animal respondería con gratitud, debido a la posibilidad de mantenerse con vida, buena salud, y en un lugar donde nada le faltaría.
De manera parecida actúa el progresismo, que es la ideología desprendida del altruismo patológico e indiferenciado de la raza blanca. Prácticamente, hoy en día el asunto de la búsqueda progresista de un receptor de su amor incondicional se ha vuelto como amar a un erizo y guardar la esperanza que éste, milagrosamente, ame a quien le tendió una mano.
La mentalidad progresista padece de una hipertrofia de buenos deseos de todos y para con todos, y el entregar lo mejor de sí de forma indistinta al receptor terminará en una tragedia para quien esté tendiendo su mano.
El progresismo espera mucho del prójimo, porque él sí estaría dispuesto a darlo todo si pudiera por el otro. Ésta –el altruismo inherente (Leslie et al., 2012)– es una característica que ha resultado beneficiosa para la raza blanca, pero también altamente perjudicial: en tiempos paleolíticos, cuando la mayor parte de Europa estaba hundida en las más cruentas condiciones de vida, el tener que apoyarse en el prójimo para poder sobrevivir y realizar complicadas tareas era, más que un privilegio, una necesidad (Bridgeman, 2003; Steinmann et al., 2009; Wilson, 2015), a partir de la cual se fue desarrollando una confianza en el prójimo más pronunciada que la de los pueblos de otras latitudes.
Así, el altruismo –basado en un sencillo pero eficiente “hoy por ti, mañana por mí”– permitió hacer hazañas y prodigios que en absoluta soledad y egoísmo no podrían haber sido posibles o, al menos, hubiera tomado mucho más tiempo para llevar a cabo la misma acción. Pero hoy en día, este altruismo se ha vuelto altamente nocivo en cuanto a las relaciones interétnicas e interraciales, ya que no todos los pueblos están en la misma sintonía: inconscientemente, el progresista espera que ellos respondan con la misma bondad con la que nosotros actuaríamos. Bajo esta cascada de buenos deseos y confianza, países como Suecia han elevado sus estadísticas de criminalidad y asaltos sexuales a niveles que jamás pudieron imaginarse, al tiempo que sus puertas se abren de par en par a los refugiados, a quienes les ofrecen un hogar, esperando a cambio que éstos ayuden a hacer de este mundo un lugar mejor. En Alemania los ataques sexuales, si bien menos que en Escandinavia, también se están haciendo cada vez más frecuentes, mientras que en Francia el amedrentamiento de la población nativa por parte las masas de refugiados, a través de la violencia física, ya no es extraño.
¿Por qué tendrían que responder con gratitud? ¿Por la oportunidad entregada? Sí, claro: eso es lo que nosotros haríamos porque nosotros pensamos de esa manera. Ellos, por otro lado, tienen una manera distinta de ser y de pensar, una naturaleza que los hace distintos a nosotros, y comprender esas diferencias puede ser crucial a la hora de sobrevivir. No puedes pedirles que se comporten como a ti te parece bien dentro de tu escala de valores sencillamente porque no puedes pedirles que sean lo que no son.
No olvides: amar a un erizo puede ser fácil, pero que el erizo te ame ya es otra historia.
Bibliografía.
Bridgeman, B. 2003. Psychology and Evolution: The Origins of Mind. SAGE Publications, Inc
Leslie, L., M. Snyder & T. Glomb. 2013. Who Gives? Multilevel Effects of Gender and Ethnicity on Workplace Charitable Giving. Journal of Applied Psychology Vol. 98, No. 1, 49–62
Steinmann, M., P. Sýkora & U. Wiesing. 2009. Altruism Reconsidered: Exploring New Approaches to Property in Human Tissue. Medical Law and Ethics
Wilson, D. 2015. Does Altruism Exist?: Culture, Genes, and the Welfare of Others. Yale University Press