Creo que algunas capitales europeas ya no tienen retorno. Muchas zonas ya no tienen retorno. Son territorios ocupados. Cuando violan a las mujeres y no hay hombres que las defiendan, todo está acabado. Algunos hablan, se reúnen, se postulan en votaciones, pero esas cosas son para tiempos normales. Las guerras no se ganan de ese modo.
Los que dicen ser guerreros, aunque haya valientes entre ellos, no pueden comprender que no se puede ganar en todos los frentes, primero hay que sobrevivir. Quieren perder una y otra vez, como hizo Hitler, creyéndose omnipotentes. No sé qué escribió Faye para que le digan sionista, pero sospecho que sólo exploró otras posibilidades de sobrevivir. Los sacerdotes arios lo excomulgaron por eso, y eso les resultó más fácil que hacer algo constructivo. Puede que Faye se haya equivocado -no lo sé- pero confío más en la flexibilidad de su cerebro que en los rígidos cerebros de los que viven en el pasado, viendo como el presente les pasa por arriba.
La verdad, poco me interesa salvar a los blancos en general. En realidad preferiría que una gran parte de los blancos fueran exterminados. Es lo menos que se merecen los imbéciles y los traidores. No sea cosa que terminemos como los fascismos guardia de corps de curas, empresarios y otros miserables por el estilo. Lo que Hitler envió a la guerra era justamente lo que debía preservar. Yo pretendo lo contrario: fortalecerse no es inmolar a la mejor gente joven en una batalla final perdida de antemano.
No me interesa si alguien reconoce o no al estado de Israel, de hecho Perón fue uno de los primeros en reconocerlo. Me harta el tema judío. Me parece un signo de suma debilidad estar siempre sobre eso. El islam y los chinos se comen Europa y seguimos con el tema judío. En diez años los judíos tendrán que cambiar su sistema de alianzas. Ni al islam radical ni a los chinos les va a interesar someterse al poder judío, que como ningún poder es eterno. Las cosas cambian.
El genocidio blanco no parará con refritos de agónica cristiandad ni con la apelación al pasado de la IIGM. El genocidio blanco sólo se detendrá con una consciencia política de supervivencia elemental, basada en la acción. No sé qué piensa Trump, pero si un grupo de los nuestros allá en el Norte dice que es conveniente para sobrevivir, para mí es suficiente. Ésa es la gente que me interesa preservar. Las masas que hagan lo que quieran. Lo mismo para Salvini, para Vox, para cualquiera que nos de un respiro para organizarnos. La guerra son fases, una sucesión de hechos tediosos y tragarse sapos, no sólo días de gloria.
Hitler no sobrevivió. Mussolini quizá sí hubiera sobrevivido, sin el mesianismo hitleriano. A Perón lo volteó la iglesia católica y la masonería inglesa, no precisamente los judíos. Estamos terminados porque vivimos cien o cincuenta años atrasados y no podemos entender que las cosas cambian.
Pueblo es un grupo étnica y políticamente consciente. Lo demás no sirve. Pretender lo absoluto cuando apenas podemos mantenernos a flote, es un acto de soberbia y de estupidez. Nuestra gente se ha vuelto cómoda, rígida e ignorante. Sospecho que nadie estaba en condiciones de comprender a Faye. Tampoco los judíos. Pero finalmente el momento llegará.