Publicado originalmente como «Alternative Vertical», en Alternative Right. Traducción por F.A.
Al principio, lo aguantas porque está ahí, pero después de un rato te empieza a hinchar las bolas y se hace más y más irritante: Izquierda – esto, Derecha – lo otro, Nueva Izquierda – esto, Derecha Alternativa-lo otro, blá, blá, blá, etc. etc., ad infinitum – y un bostezo eterno.
Todo empieza en la Convención Nacional Francesa (o algo así) en los días de la Revolución –Googléenlo; no me jodan – cuando, supongo yo, que todos los revoltosos se sentaron en el lado izquierdo de la sala (¿pero cuál izquierda, su izquierda o la izquierda del acomodador?) y todos los giles amables con debilidad por el rey se sentaron a la derecha.
Vi algo parecido cuando enseñaba en una disfuncional escuela pública mixta japonesa. Todos los muchachos se sentaron cerca de la puerta y todas las niñas se sentaron junto a las ventanas. Para los niños, la puerta representaba la «libertad» y un valor agregado de pocos segundos fuera de la sala cuando sonaba la campana. Para las niñas, las ventanas eran una importante fuente de iluminación para ser utilizada en complejas operaciones de maquillaje que a veces continuaban durante las clases, en escritorios que eran demasiado pequeños para sus parafernalia cosmética y sus textos escolares.
¡Ahora recién me doy cuenta, desde mi punto de vista, que el lado derecho estaba cerca de la luz y el lado izquierdo, cerca de los waters!
Sospecho que la Convención Nacional Francesa (o lo que sea), que nos legó estos sagrados términos – Izquierda y Derecha – era bastante parecido a esto. Quizás los aristócratas con su paradójica mezcla de piel espinillenta y sifilítica y vanidad empolvada rechazaron las ventanas, mientras que los letrados burgueses que condujeron la revolución prefirieron sentarse en la luz para así poder estudiar profundamente a Voltaire y Rousseau entre los debates sobre el precio del pastel
Cualesquiera sean los hechos exactos, estoy bastante seguro que la génesis de estos términos no fue exactamente constructivo o significativo.
¿Por qué fueron pescados y por qué han subsistido durante dos siglos? Probablemente, se deba a una combinación del enorme «poder blando» de La France y la principalmente tradicional fuerza derechista de hábito ciego y tonto, pero también creo que, en realidad, cada lado ha desarrollado el gusto por su denominación lateralista.
Los Derechistas están felices de estar “en la Derecha” y tener adscrita la idea de un torpe siniestrismo a sus oponentes; mientras que los Izquierdistas gustan del sentido del peligro, de lo salvaje, impredecible y la discapacidad leve que su denominación lateralista connota y evoca. También un montón de ellos son probablemente zurdos, que se radicalizaron a temprana edad debido a las manillas de las puertas (tal es la trivialidad de la orientación política de la mayoría de las personas).
De cualquier manera, los términos Izquierda y Derecha han servido extremadamente mal al mundo de la política e ideología, y han conducido a una interminable confusión política. Examina la historia de los Nacionalsocialistas, la Unión Soviética, los Neo-Cons, la China comunista con toques fascistas, y el Partido Conservador Británico para ver cuán fácil es confundir los términos Izquierda y Derecha. Tal confusión es inevitable porque no hay nada intrínsecamente distinto o cualitativo sobre lo que son sencillamente términos relativos (quién se queda, quién tiene la razón/ quién es Izquierda, quién es Derecha).
Pienso que una solución a este antiguo problema puede encontrarse al cambiar a un vector menos relativo y que tiene su base en las verdades externas de las matemáticas, es decir, los conceptos de VERTICAL y HORIZONTAL. Al reemplazar a “la Derecha” con “lo Vertical” y a “la Izquierda” con “lo Horizontal”, un triunfo enorme ha sido alcanzado en la claridad. Si el Ala Derecha tiene una esencia en que la mayoría puede concordar, es la jerarquía, desigualdad natural, meritocracia, y aspiración a lo sagrado, en otras palabras, un sentido de lo vertical. Asimismo, la esencia de la Izquierda, cuando no está transformando en una camarilla revolucionaria elitista preparada para la conquista militar heroica, ha tenido un igualitarismo omnímodo y una tendencia anti-jerárquica, esencialmente un valor horizontal.
Así que confinemos a la Izquierda y la Derecha en el basurero de la historia, donde pertenecen, y en vez de eso comencemos a pensar VERTICALMENTE y HORIZONTALMENTE. Ustedes saben que tiene sentido.