Los temibles idiotas del pueblo pt. 2

Los temibles idiotas del pueblo pt. 2

Contra sus mentiras | Autor: | 27.3.2015

«Veo que poseéis una gran riqueza de ignorancia.»

El temible idiota del pueblo. Ren & Stimpy, «Los Quesos Mágicos«

Si hay algo que no hay que perdonar al ser humano, ese algo es la estupidez. Y también se puede meter la ignorancia en el mismo saco. Y, peor aún, es imperdonable que esta estupidez e ignorancia se exterioricen con orgullo.

Chile — es decir, el territorio que comprende el país — está viviendo momentos de suma vulnerabilidad frente a las fuerzas de la Naturaleza, y el que el caos que impregna todo el ecosistema se manifiesta libremente, y tanto los aspectos positivos como los negativos existen, no se pueden detener y definitivamente no pueden ser manipulados.

El ser humano no tiene más opción que sufrir los embates y sobrevivir, pues es así como se manifiesta la naturaleza a través de los seres. Durante siglos, el hombre ha buscado respuestas a la pregunta base del pensamiento científico — ¿por qué? — en relación a las influencias del entorno sobre el hombre, dando origen a intrincados sistemas religiosos-científicos, pues ambos nacen a partir de la misma raíz.

Pero cuando las respuestas a los eventos naturales incluyen ideas como el uso cuasi-militar del HAARP (siglas para High Frequency Active Auroral Research Program), es que sabemos que estamos presente ante una subversión de la idiotez que nos hace cuestionar la democratización de internet. Detesto el totalitarismo, puesto que considero que se basa en la hipótesis nula de que el ser humano es un ser idiota que no piensa ni tiene derecho a opinar, pero cuando atestiguamos los especímenes dignos de estudio que acceden a la red y se toman el privilegio, incluso, de difundir tales ideas absurdas provenientes de algún ocioso (porque me niego a creer que alguien realmente haya planteado semejante estupidez creyendo que es en serio), es cuando pensamos que debería existir un examen para entrar a internet. O censura lisa y llana.

Cuando ya la idea de que una potencia militar tuviera una máquina (la imagino algo así como una caja de madera con un botón al centro) que puede manejar el tiempo climático, las placas tectónicas, los iones (así me ha tocado leer), ya parecía lo suficientemente descabellada (para no decir que es sencillamente estúpida), surge una idea aún más retorcida e insuperablemente idiota: esta potencia militar que provoca terremotos, inundaciones y cambios climáticos «inexplicables», lo hace para ayudar a la clase política chilena dándole una tapadera para sus escándalos.

Por favor, por favor, que si hay alguien que esté manejando el HAARP y lee esto, que provoque un cataclismo para que nos trague a todos, porque la tolerancia a la estupidez tiene un límite, y aquí en Chile hace rato que se superó ese límite.

Nunca antes Nikola Tesla fue tan nombrado, y nunca antes tantas blasfemias científicas se dijeron en su nombre. En efecto, es probable que nadie de los que hoy lo nombran tanto, haya oído jamás sobre este inventor, el que tristemente se ha hecho célebre no gracias a sus inventos, sino a las teorías conspiranoicas de unos cuantos terroristas de la desinformación.

¿Usted es imbécil o cree que los desastres naturales son provocados para ser usados como tapadera para asuntos turbios de los «poderes fácticos»?

¿Sabe usted qué significa «fáctico», o sólo repite cosas para que crean que tiene un gran conocimiento?

No sea ambicioso. Pastelero a tus pasteles: sea como Stimpleton y siga teniendo una gran riqueza de ignorancia, pero no aparente tener conocimiento científico cuando no es capaz de resolver siquiera una ecuación lineal.

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