Artículo 25: El Gobierno federal fomentará la inmigración EUROPEA; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.
Este artículo es de inspiración directa de Juan Bautista Alberdi, cuando sostenía que había que poblar el territorio extenso que teníamos pero muy escasamente poblado.
La selección natural inversa, se las arregla para suprimir los ejemplares humanos de mayor valor. Una vez establecida su sólida estructura política, lo logra sin mucho esfuerzo. Las leyes negativas rigen el mundo y lo van pudriendo aceleradamente. Finalmente el mundo humano perece y sobreviene otro: miserable y masivo por abajo y concentrado en pocas manos por arriba. Nada es orgánico entonces, la comunidad ha sido abolida, las palabras tienen significados arteros y erróneos.
La constitución argentina dice: “Se fomentará la inmigración europea”: una fe racial que dio perfil a un país. Un país casi sin población decide aumentarla de ese modo. Algo identitario sin duda. Asumir las leyes naturales de la afinidad racial, algo tan viejo como el sol, pero incorrecto políticamente y negado.
Las clases medias urbanas argentinas ultra progresistas, no se mezclan sin embargo con gente de otro color, y cada dos cosas que dicen una de ellas es negro de mierda. Sin embargo son ellos los que sostienen el dogma multicultural en los ámbitos educativos y de poder. Tremenda hipocresía y notable paradoja.
El lado positivo del tema es que ellos mismos, mantienen a salvo lo que dicen detestar. Al menos preservan una herencia genética que, tarde o temprano va a tener que plantearse reaccionar o perecer.
Pero esa herencia y esa supervivencia no funcionarían, sino desaloja del centro de su hegemonía, toda esa mierda burocrática blanca que, de cambiar las cosas rápidamente se sumaría a un proyecto o partido de corte identitario. Un nuevo concepto de supervivencia gregaria, no puede hacerse con las blandas burocracias que al servicio de los enemigos de su propia gente, la están llevando casi a su extinción. No es un nuevo estado lo que queremos formar, sino una nueva forma de comunidad gregaria, en la cual la mayoría de las actuales funciones, leyes y ordenamientos del estado nación estarán de más.
JV.