Liberalismo: expectativa y realidad

Liberalismo: expectativa y realidad

Contra sus mentiras | Autor: | 24.10.2014

After all, “liberal education” is not supposed to mean education by a bunch of dogmatic liberals who all think alike. Liberal education is an education that expands the horizons of students by exposing them to a variety of different viewpoints.

Greg Johnson, The Persecution of Kevin MacDonald

Poniéndome el parche antes de la herida, debo decir que no soy liberal, aunque eso no me impide reconocer algunas de las bondades que puede presentar el liberalismo, y es que el liberalismo, debido a su énfasis en la individualidad y el individualismo, debería proporcionar y garantizar un caldo de cultivo perfecto para toda libertad de pensamiento, donde no debería existir ninguna fuerza externa que manipule las libertades individuales.

Además, el liberalismo debiera garantizar el derecho inviolable a la libertad de expresión, pues no debiera existir ninguna macroestructura por sobre el individuo que le niegue a éste el libre ejercicio de la identificación y reivindicación de las ideas con las que se sienta cómodo.

De un país que fuera auténticamente liberal, deberíamos esperar que proliferaran en completa libertad todo tipo de alternativas y opciones, estén en pro de algo, o en contra de algo. De esta manera, cualquier iniciativa totalitaria, nazi, comunista, fascista, democrática, cristiana, atea, reggae, abortista, gay, reggaetonera, etc., podría tener sus facciones a favor como en contra, y todo con permiso garantizado y validado por la simple existencia de la libertad individual.

En Chile sabemos que no hay tal libertad.

Que el MOVILH pueda hacer de las suyas dentro del marco de la legalidad, expresarse y creer en lo que creen, es un ejemplo vivo de un país liberal. Que nadie pueda hacer nada, decir nada contra el MOVILH y que, inclusive, existan programas gubernamentales diseñados para cambiar la mentalidad de las personas para que defiendan lo que el Lobby LGBT quiere, es lo más anti-liberal y totalitario que puede haber.

Sintetizando un poco la idea, tenemos:

Expectativa del Liberalismo: sistema basado en la libertad del individuo para expresarse, asociarse, pensar, etc.

Realidad del Liberalismo: sistema basado en la libertad del individuo para expresarse, asociarse, pensar, etc. siempre y cuando sus ideas sean amigables con los valores de Izquierda.

Entonces, de lo que se supone que debe ser un sistema que materialice la Libertad como el bien más preciado, no nos queda más que una dictadura despótica cimentada sobre una batería de valores que son considerados como el bien. De esta manera, el espectro de la tolerancia se ve estrechado dentro de lo que se considera bueno, y todo lo que se considera malo, i.e., valores no amigables con la Izquierda, quedan proscritos, invisibilizados y sacados del marco de la legalidad.

Si alguien, luego de la noticia sobre Nicolás y sus dos papás reaccionó mal y con intolerancia, lo cierto es que, desde una perspectiva liberal, está en su justo derecho, tanto como el MOVILH estaría en su derecho a producir dicho cuento. Pero ya vemos que al materializar lo que estaba  en la expectativa para llevarlo a la realidad, muchos terminaron perdiendo su libertad en el camino, en el nombre de la misma.

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