Fachos, pero no huevones

Fachos, pero no huevones

Contra sus mentiras | Autor: | 1.8.2017

Sí, nos pueden acusar constantemente de ser “fachos” y blá blá blá (insertar lista de epítetos basados en prejuicios aquí) y hasta probablemente tengan razón a veces. Sin embargo, no somos huevones. Sabemos cómo argumentan los progres/SJWs/elfos urbanos y cómo son capaces de relativizar el asunto para torcer la realidad de manera conveniente.

Por ejemplo, una de las maneras que utilizan para destruir toda idea de identificación étnica o racial es recurrir al relativismo de la impureza, según el cual, como todos los seres humanos serían mixtos (mestizos), no existiría etnia ni raza alguna, es decir, toda la humanidad sería una mezcla uniforme. No obstante, el argumento anterior es de carácter cualitativo, que quiere decir que las respuestas se basan en cualidades, no cantidades. De esta manera, no importa cuán mixta pueda ser la configuración genética del individuo, sino sólo si esta configuración es mixta o no (i.e, pura o impura). No importa si la persona presenta un 99,9999999% de pureza: como no es 100% puro, se le considera impuro. “One-drop rule”.

Tipo de perspectiva

Presencia de pureza Tipo de respuesta Veredicto
Cualitativa 0 – 99,999… Dicotómica (Sí/No)

Todos son impuros,
entonces, todos son iguales

Cuantitativa 0 – 99,999… Gradual
(Similitud
de menos a más
)

Existen grados de similitud y disimilitud, entonces, se
pueden establecer categorías (diferencias)

 

En el caso anterior vimos cómo la progresía (el igualitarismo) utiliza el argumento cualitativo para ajustar la realidad a sus intereses. Hoy, por otro lado, se valen del argumento cuantitativo para ridiculizar a los que no piensan como ellos.

El hecho: se detecta la presencia de lepra siendo portada por un individuo haitiano de 28 años en Valdivia. Obviamente, las masas no-xenófilas más pasionales, pero pocas veces más locuaces cuando de argumentos se trata, reaccionaron consternadas ante la noticia y, como es de esperarse, los comentarios fueron desde una especie de Ira Dei por las distintas ideas contrarias a los valores del bien que han avanzado últimamente (que terminarán en una lluvia de fuego y azufre a lo Sodoma y Gomorra, hasta un futuro apocalíptico donde tendríamos que combatir zombies leprosos acechándonos en la Alameda mientras una eternizada femputadora bacheletística a lo 2001 nos gobernaba.

Los guerreros cibernéticos de la justicia social, por supuesto, se hicieron el pino con los fácilmente ridiculizables comentarios y argumentos esgrimidos por los que se rehúsan a abrazar su evangelio igualitario y etnomasoquista, algo no tan difícil, en vista de lo débiles que eran las defensas. Sin embargo, se valieron del argumento cuantitativo para minimizar algo que cualitativamente es inconveniente para ellos. Sí, tienen razón cuando dicen que es un caso entre un caso entre 18 millones de personas que habitan en Chile, y un caso entre los no-sé-cuántos miles de inmigrantes que hay en el país. Cuantitativamente tienen razón: la cifra puede ser ridícula. ¿Pero cualitativamente? Veamos el asunto de manera dicotómica, donde existe la ausencia y existe la presencia: en Chile no había lepra, y hoy sí. Sin importar si es un individuo el infectado o 18 millones de portadores, lo cierto es que la enfermedad está presente en un lugar donde antes estaba ausente. No me gustan los reduccionismos ni los populismos, pero en este caso la entrada de la enfermedad fue por un inmigrante haitiano. Quizás cuantitativamente todo el resto está saludable y libre, pero cualitativamente (es decir, sin importar si es un portador o miles) está presente en ellos.

Tienen razón: portadores son pocos y su cifra es casi ridícula, pero lo cierto es que no existían casos de portadores autóctonos en Chile continental, pero hoy la enfermedad está presente. ¿Cómo defender la presencia de algo donde antes había ausencia?

Sabemos la mecánica de sus argumentos. Somos fachos, no huevones.

***

PS. Notable la observación del concejal socialista Pedro Muñoz, de ésas que imprimo para pegarlas en mi refrigerador:

Si existiera tal pandemia xenofóbica, hoy no tendríamos lepra. No obstante, la tenemos. ¿Qué tal?

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