El Día de la Independencia

El Día de la Independencia

Contra sus mentiras | Autor: | 5.7.2014

Admiro muchas cosas del histórico pueblo estadounidense de entre los siglos 17, 18 y 19. Creo que su sistema de capitalismo en un espacio cerrado (como lo postulado por Faye) y su completo aislamiento económico y político del resto del mundo ha sido lo más parecido al “paraíso” en un país blanco. Sin embargo, como he dicho en otras ocasiones, para hacer un análisis macro hay que hacerlo desde el tiempo en que uno vive considerando todos los aspectos que esa gente no conocía, sin perjuicio de sus buenas intenciones.

No odio a EEUU así como no odio a ningún país, sino que odio el hecho de que es la expresión viva (aunque no por mucho tiempo) del individualismo y del liberalismo, en todos sus aspectos.

Existen numerosas situaciones que permiten que allá no tengan necesidad de pedir permiso a nadie por nada. En primer lugar, un territorio inmenso y una población igual de grande que les permite desplegar actividades en muchas áreas de forma simultánea. Eso, en el plano práctico, los hace menos susceptibles de necesidades que tienen países como el nuestro. Pero más allá de eso, el tema va por otro lado.

Bien es conocido el orgullo de los estadounidenses (y de los anglosajones y noreuropeos en general) por su disciplina y trabajo duro. Sin embargo, no creo que se pueda hablar de autodisciplina cuando su dedicación en el trabajo proviene de la idea protestante de la predestinación (doctrina religiosa calvinista en la que sólo Dios sabe, y de antemano, quien será salvo y quien no, sin importar los actos de la persona durante su vida, por lo que no hay seguridad para el individuo de si será salvo o no, PERO siendo un indicio de salvación el hecho de que la persona durante su vida material haya tenido éxito económico y un buen pasar en lo material), ni tampoco justifico el trabajo cuando lo único que ronda en la mente del individuo es acumular riqueza. Estoy en contra de la mecanización que ha traído consigo la Modernidad, y en ese sentido, es el capitalismo anglosajón el clímax de ella.

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La Grecia clásica es el ejemplo de mayor desarrollo intelectual y físico de la raza blanca en toda su historia, sin embargo, no eran una civilización técnica. El desarrollo de tecnología desprovisto de una idea ha hecho que EEUU sea la vanguardia de la degeneración humana. Sí, tienen más tecnología, ¿y qué? A juzgar por los últimos acontecimientos internacionales no les quedan muchas décadas de control sobre el destino del mundo.

Sobre las opiniones relativas a su gran capacidad productiva (cosa por lo demás cierta), cabe preguntarse ¿es eso algo admirable cuando el gobierno recibe órdenes de AIPAC, tu comida está contaminada, la misma libertad de empresa es coartada, mandan a tus hijos y a los hijos de tus vecinos a morir por los intereses de una elite y has sido conejillo de indias de experimentación social por parte de tus gobernantes y por grupos financieros que están detrás? Al parecer a muchos les da lo mismo eso con tal de tener una casa grande, el último auto o la última moda en ropa, estando dispuestos a cooperar con el Sistema con tal de que este les de dulces como los recién nombrados, cual niños pequeños.

Se les admira el hecho de que no son buenos para huelgas, marchas, protestas, etc (al contrario de los flojos y vagos sudacas y europeos del sur, o sea, de los inútiles latinos). Pues bien, muy mal por ellos. Deberían salir a las calles, porque se los están cagando hace rato.

No creo que además sea correcto tratar como «superiores» a los gringos porque toman las herramientas y/o armas y hacen las cosas por si mismos. Muchos países del mundo lo han hecho (Alemana, Italia, Japón, Libia, Siria, Irak, entre otros) y EEUU es el país encargado de sabotear esas iniciativas nacionales, todo amparado en la creencia en su «destino manifiesto» (Estados Unidos como iluminador del mundo bárbaro que debe ser el ejemplo de todos los demás países en el orbe). Yo no desprecio la prepotencia ni la soberbia, pero ante todo, soy identitario, y no avalo por ningún motivo la imposición concertada de modelos de civilización ni económicos.

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Tampoco estoy de acuerdo con que se exalte la identificación de un estadounidense con su Estado, el tan conocido patriotismo gringo propio de la milicia. El Estado Federal se fundó sobre los principios de democracia, liberalismo y capitalismo, no sobre las personas que vivían en las 13 colonias, y eso impide que abrazar esos valores sea sinónimo de defensa de la raza blanca. Al igual que en Latinoamérica, la defensa del legado europeo racial y cultural se contrapone a la identificación con cualquier Estado/país institucional, por lo que el amor a su país no es algo envidiable. Por eso los autores europeos han sido tan majaderos con diferenciar entre civilización occidental y civilización europea. Los estadounidenses, en general, con su mezcla entre conservadurismo y capitalismo, aman las ideas, no a su gente, y eso hace que acepten como un hermano (o como esposo, esposa, yerno o nuera) a todo aquél que comparta sus mismos valores, estando en cualquier momento prestos a renunciar a su Identidad racial, y es por eso que los partidos tipo Tea Party han sido infructuosos en tratar de colocar argumentos racistas sobre la mesa de discusión, porque se han dado cuenta de que una sociedad multicultural, multiracial y políticamente correcta, no sólo encaja muy bien con sus principios fundadores, sino que son la consecuencia lógica de aquella que tanto aman

Se dice que las cosas funcionan bien allá, que en ese país el capitalismo cumplió sus promesas, pero eso no es tanto por su propia capacidad de arreglárselas por si mismos, sino porque invaden países para obtener petróleo prácticamente gratis y se las arreglan para saquear a países como Chile que en su tablero mundial tienen la etiqueta de países productores de materias primas. Como identitario, no puedo admirar cosas como esa. Y el hecho de que gran parte de su población se muestre conforme con su situación es porque desconocen el trasfondo ideológico de su país o sus acciones a nivel internacional, debido, me atrevo a decir, a las distracciones que les brinda la sociedad de consumo del que son parte como engranajes.

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